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  • Foto del escritorPepe Ramos

DEJO LA ESCRITURA


No, no es una frase hecha. Es una decisión firme, meditada. Hace mucho que no tengo historias que contar, la fuente en la que bebía se secó hace mucho, y ya no tengo nada que contar. Todo tiene su inicio y su final, y el mío, en lo literario ha llegado a su fin. Tengo algunas cosas que van a salir publicadas porque me comprometí a ello, pero no haré nada nuevo, ni tengo ganas, ni me apetece, ni sé que contar. Incluso lo que tengo a medias se va a quedar en un cajón. Además, para que negarlo, no he sabido llegar a la gente, así que se acabó, pero no podía hacerlo sin despedirme de mi padre, para él son estas últimas palabras, esta última historia.


TE QUIERO PAPÁ

Ahora que todo ha pasado, quiero decirle a mi padre, te quiero. Sé que durante toda tu vida te lo he dicho muchas veces, pero nunca ha sido suficiente. Por eso te lo repito: te quiero. Esto es muy duro sin tu risa, sin esa que contagiabas a todos, de la que hemos disfrutado todos los días a tu lado. Me queda un consuelo, que ahora allí arriba donde estás, son otros los que van a disfrutarla. Pero para que ellos la disfruten, te has ido de nuestro lado. Quiero darte las gracias por todo lo que mas has dado en esta vida, por esas ganas de alegría que tenías siempre, por haberme transmitido esos valores que hacen que la vida sea otra cosa, por tu generosidad con todos, por tus deseos de ayudar, de compartir, de darle a los demás un poco de esa alegría que a ti te sobraba. Me siento orgulloso de ti, tanto como tu te sientes de tus hijos. Tus palabras el día de la presentación de nuestro libro siguen grabadas a fuego en mi corazón y no las voy a olvidar nunca: yo que soy analfabeto, que no se ni leer ni escribir, estoy orgulloso de que mis hijos hayan escrito un libro. Y yo estoy orgulloso de ti. Has sabido mantener tu fe inquebrantable y se por esa fe que ahora estás con Dios, solo quiero que le pidas una cosa: que me permita ser la mitad de lo que tu has sido como persona y como padre.

Ahora que las lágrimas brotan mientras escribo estas líneas, quiero decirte de nuevo que te quiero, que tengo un vacío que no puedo llenar. En el funeral pude comprobar como te quería la gente, como te hiciste querer, y se que hubieses querido borrar de nuestros rostros las lágrimas que se escapaban y convertirlas en sonrisas, en risa, esa que fue tu forma de vida. Te llevó el cáncer, te arrancó de nuestras vidas ese bichito que no respeta a nada ni a nadie, pero lo que ese bichito no sabe es que sigues vivo y haciendo lo que mejor sabes, hacer feliz a los demás. A pesar de ese vacío que dejas en mí, en nosotros.

Te quiero papá. Cuando levanto la vista a ese cielo del que ya disfrutas te veo, con tu eterna sonrisa, con ese amor tan grande que tu cuerpo se quedaba pequeño para abarcarlo y por eso tenías que darlo a todos, a tu familia, a tus amigos. Ya no tengo nada que contar, estas son las últimas palabras que voy a escribir, y van para ti: te quiero papá, siempre te querré.

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